Al sur de la capital, en el
barrio San Jacinto, existe un inmueble que atesora entre sus paredes,
importante historia de nuestro país, un
edificio, que albergó al menos 22 Presidentes de la República, siendo Francisco
Flores el último mandatario que lo utilizó como Casa Presidencial, la que quedó
dañada a causa de los terremotos de 2001.
En el imponente edificio de dos
pisos, dominado en gran parte por el blanco impregnado en sus paredes, se
divisan características del arte que se inició en Italia y que durante los
siglos XVI y XVII se difundió en el territorio Europeo y Americano.
El arte barroco, se identifica
mayormente por la gran presencia de adornos y elementos vistosos que conforman una composición, y por la
abundante utilización de curvas en su arquitectura.
En la ex casa presidencial, en el
Salón Oval, se pueden apreciar los detalles característicos del arte barroco,
que en palabras simples, encierra la exageración, evidenciado en las paredes enchapadas en
madera con sus cornisas simuladas, el cielo falso con detalles dorados, el
alfombrado que cubre el piso en toda la extensión del salón, un imponente
cortinaje y los muebles con abundante utilización de curvas delicadamente
talladas.
Elementos que saturan
elegantemente el salón que servía como sala de espera para los visitantes,
detalles que pertenecen por sus características al arte barroco, que dentro de
esa corriente artística, que ha estado presente en casi todas las artes, siendo
la arquitectura, la más importante de las artes en el movimiento barroco.
En uno de los salones de la
exposición, se encuentra un escritorio del ex presidente Maximiliano Hernández,
cuyas bases están conformadas por ostentosas figuras que parecen perros con
alas, similares a las gárgolas características de la edad media.
Sobre los umbrales de los salones
principales, ostentan figuras simétricas, cargada s de curvas y de círculos,
característico del barroco, puntualmente sobre el Salón Diplomático, donde los
presidentes de turno sostenían reuniones con su gabinete, las sillas curvas, y
el techo, además del piso, adorado de una composición exagerada de composición
y que cubre con su figura todo el salón.
Igualmente, una de las
características del barroco, es la utilización de grandes, imponentes y
coloridas pinturas, las que se encuentran distribuidas en los principales
salones de la ex casa de gobierno.
De igual forma, los barandales
tanto del segundo nivel, como de los que dividen los pasillos del jardín
central, están cargados por curvas y ostentosas figuras, de la misma manera,
los pilares y en los centros de las paredes, se denota la influencia barroca
en gran parte de la construcción del
inmueble.
En la habitación más grande la ex
casa presidencial, el Salón de Honor, debido a la importancia de las
actividades que se realizaban, las
paredes modulares verdes, su zócalo con figuras geométricas, las lámparas en
forma de araña y la presencia de dos cuadros grandes, siendo todos estos elementos claramente exagerados, muestra
que el arte barroco está presente en muchos elementos del lugar.
En el salón del despacho
presidencial, el que representaba la mayor importancia de toda la edificación,
se divide en el área de recepción presidencial, la sala presidencial, el despacho
y la sala de descanso presidencial, siendo la sala, la que ostenta las mayores
representaciones barrocas, la alfombra que cobre de pared a pared la sala,
decorada con una gran figura dominada por curvas y saturada de detalles, las
elegantes sillas y las paredes enchapadas en madera.
Fuera de los salones, en las
cornisas del inmueble, en los pilares, en las paredes exteriores, en la
terraza, en los balcones, en todo la fachada en general se puede identificar
los aspectos barrocos que dominan en gran parte la estructura y que es evidente
la influencia que tuvo sobre el diseñador en la creación de la que fue la Casa
Presidencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario