martes, 24 de abril de 2012

Ex-Casa Presidencial y la Influencia del Barroco


Al sur de la capital, en el barrio San Jacinto, existe un inmueble que atesora entre sus paredes, importante  historia de nuestro país, un edificio, que albergó al menos 22 Presidentes de la República, siendo Francisco Flores el último mandatario que lo utilizó como Casa Presidencial, la que quedó dañada a causa de los terremotos de 2001.



En el imponente edificio de dos pisos, dominado en gran parte por el blanco impregnado en sus paredes, se divisan características del arte que se inició en Italia y que durante los siglos XVI y XVII se difundió en el territorio Europeo y Americano.


El arte barroco, se identifica mayormente por la gran presencia de adornos y elementos vistosos  que conforman una composición, y por la abundante utilización de curvas en su arquitectura.

En la ex casa presidencial, en el Salón Oval, se pueden apreciar los detalles característicos del arte barroco, que en palabras simples, encierra la exageración,  evidenciado en las paredes enchapadas en madera con sus cornisas simuladas, el cielo falso con detalles dorados, el alfombrado que cubre el piso en toda la extensión del salón, un imponente cortinaje y los muebles con abundante utilización de curvas delicadamente talladas.

Elementos que saturan elegantemente el salón que servía como sala de espera para los visitantes, detalles que pertenecen por sus características al arte barroco, que dentro de esa corriente artística, que ha estado presente en casi todas las artes, siendo la arquitectura, la más importante de las artes en el movimiento barroco.

En uno de los salones de la exposición, se encuentra un escritorio del ex presidente Maximiliano Hernández, cuyas bases están conformadas por ostentosas figuras que parecen perros con alas, similares a las gárgolas características de la edad media.


Sobre los umbrales de los salones principales, ostentan figuras simétricas, cargada s de curvas y de círculos, característico del barroco, puntualmente sobre el Salón Diplomático, donde los presidentes de turno sostenían reuniones con su gabinete, las sillas curvas, y el techo, además del piso, adorado de una composición exagerada de composición y que cubre con su figura todo el salón.


Igualmente, una de las características del barroco, es la utilización de grandes, imponentes y coloridas pinturas, las que se encuentran distribuidas en los principales salones de la ex casa de gobierno.

De igual forma, los barandales tanto del segundo nivel, como de los que dividen los pasillos del jardín central, están cargados por curvas y ostentosas figuras, de la misma manera, los pilares y en los centros de las paredes, se denota la influencia barroca en  gran parte de la construcción del inmueble.

En la habitación más grande la ex casa presidencial, el Salón de Honor, debido a la importancia de las actividades que se realizaban,  las paredes modulares verdes, su zócalo con figuras geométricas, las lámparas en forma de araña y la presencia de dos cuadros grandes, siendo  todos estos elementos claramente exagerados, muestra que el arte barroco está presente en muchos elementos del lugar.

En el salón del despacho presidencial, el que representaba la mayor importancia de toda la edificación, se divide en el área de recepción presidencial, la sala presidencial, el despacho y la sala de descanso presidencial, siendo la sala, la que ostenta las mayores representaciones barrocas, la alfombra que cobre de pared a pared la sala, decorada con una gran figura dominada por curvas y saturada de detalles, las elegantes sillas y las paredes enchapadas en madera.


Fuera de los salones, en las cornisas del inmueble, en los pilares, en las paredes exteriores, en la terraza, en los balcones, en todo la fachada en general se puede identificar los aspectos barrocos que dominan en gran parte la estructura y que es evidente la influencia que tuvo sobre el diseñador en la creación de la que fue la Casa Presidencial.


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